Las similitudes entre Elysium y Barranquilla


Elysium es una película del director Neill Blomkamp, (el mismo de Distrito 9) protagonizada por Matt Damon (Max) y Jodie Foster (La secretaria de Defensa Jessica Delacourt). El tiempo cinematográfico de Elysium se sitúa en el año 2154. En esta fecha los ciudadanos de Elysium ( esto basado en el toro de Stanford: la teoría de un mundo artificial) son todos prósperos y viven en una comodidad absoluta; sin enfermedades, y con lujos desmedidos. 
En esta producción, Elysium representa el paraíso que todos los habitantes de la tierra sueñan y  al que muy pocos tienen acceso, pues la tierra es un lugar de segunda categoría y en ella solo han quedado los pobres y los desamparados.

Sin irse uno muy lejos, Barranquilla puede ser fácilmente un espejo de la película. En la ciudad que “florece para todos” se ven las brechas abismales que se pueden ver entre Elysium y la tierra. La actitud de los que viven en Elysium, disfrutando de sus asados y de sus piscinas al rededor de amplios pastos verdes es muy parecido al mundo de los clubes y mansiones  de Barranquilla, donde unos cuantos ciudadanos disfrutan en su burbuja, olvidando que afuera está la tierra, ese planeta (el resto de Barranquilla) olvidado que alguna vez les sirvió para sus propósitos, y que hoy es visto de reojo. Pero nunca se puede olvidar a las grandes masas, al igual que en el filme, esos ciudadanos fuera de Elysium siguen siendo la fuerza motora de la producción industrial. 


Si bien es cierto que esta obra cinematográfica puede representar una analogía de la lucha de clases como puede suceder en cualquier ciudad o país del mundo; para aquellos que vivimos y conocemos Barranquilla, nos quedará imposible no hallar similitudes evidentes. Max (Matt Damon) el protagonista de la historia se despierta todos los días en una vivienda deplorable,camina por calles polvorientas y sin pavimentar que fácilmente pueden ser las calles de muchos barrios de esta ciudad del Caribe colombiano. 

En la película, la ciudad de la tierra que se escenifica es Los Ángeles en el año 2154, en una condición misérrima producto de una tierra ya desvencijada y finiquitada. Lo que ignoraron los productores es que escenarios así de lamentables no necesitan concepciones futuristas porque ya existen, y Barranquilla es un ejemplo de eso. O también se puede encontrar similitud con el hacinado hospital donde llega Max a ser atendido después de ser agredido por unos robots policiales( estos pueden ser comparados con los muchos agentes de Barranquilla que abusan de su poder). 

La burbuja de opulencia, limpieza y abundancia del mundo de Elysium (mansiones, clubes, fiestas de matrimonio, cocteles, quinceañeros, etc.) son lujos (que al igual que en la película) que solo disfrutan unos   pocos ciudadanos de Barranquilla.  Al igual que en la película,  esto contrasta con la inmensa mayoría de los pobres de la tierra (barrios sin servicios básicos, faltos de zonas arborizadas; pésimos centros de atención médica, inseguridad latente y falta de educación mínima que producen unas paupérrimas condiciones humanas de una considerable población de esta ciudad).

Hasta el momento solo se han nombrado coincidencias materiales, pero quien vea la película podrá encontrar las similitudes de soberbia y altivez que algunos profesan a los más necesitados. Ahora quedará por ver si en Barranquilla se levanta un Max que se proponga el firme objetivo de democratizar ese Elysium que unos cuantos en la ciudad “puerta de oro de Colombia” tienen firmemente dominado y monopolizado. No solo será esperar ver ese salvador, sino también si es posible que el orden establecido de Barranquilla se lo permita. Seguramente habrá muchas personas dispuestas a hacer el papel represivo de la secretaria Delacourt (Jodie Foster) para que nadie atente contra la estabilidad de su sistema.

Esta opinión no es un reseña ni una crítica de la película que cada quien pueda juzgarla cuando la vean si creen que lo amerita. Esta opinión es simplemente una similitud que a título personal pude encontrar con la ciudad donde vivo y que cada día más como sucede en la película, marca las distancias entre los que tienen un vivir digno y los que no.

Comentarios

Daniel Quintero ha dicho que…
Se podría decir que es bastante iluminador, pero para aquellos externos a Barranquilla, ya que esa es una realidad de la que sus ciudadanos tienen conciencia pero deciden obviar el tema, es un buen llamado, para entrar en razón y saber que no se necesita de un año futurista para ver esa utopía privada en la que algunos viven sin tener en cuenta la miseria de otros.