El poder de los medios tradicionales y su agenda noticiosa


Hace un tiempo me vengo preguntando cómo una noticia adquiere trascendencia y se vuelve tema central de los medios tradicionales. 
Voy a citar en estas contadas líneas dos ejemplos a manera de reflexión: El caso Colmenares y la ley para conductores borrachos. 

El caso Colmenares desde hace años ha hecho parte -con mayor o menor medida, de acuerdo a los fallos judiciales- agenda noticiosa colombiana, la de los pequeños y grandes medios. Seguramente eso no está mal, pero ¿cuántos casos Colmenares más no hay en Colombia, donde un joven -tal vez con la diferencia de recursos económicos- muere en extrañas condiciones? Ah..., ahora la pregunta es: ¿cuántos casos tan o más relevantes que este -y me refiero con relevante al número de muertos o afectados- suceden en Colombia y no dejan de ser una noticia más del día? ¿Por qué el caso Colmenares? Es la pregunta que me hago con frecuencia ¿Quién fue el editor de noticias de alguno de los dos canales de televisión, que mandan la parada en este país, que tiró la bomba noticiosa y la hizo expandirse hasta la saciedad? Y no es una pregunta pretenciosa o equívoca porque claramente este no es un caso donde la noticia se salió de las manos y se tuvo que cubrir por años (que es el tiempo que lleva este caso sin resolverse) y consultar tantas fuentes para informar bien al país. Hay algo más, hay unas intenciones de sensacionalismo, de negocio (¡claro! esta esa es la razón de ser de todo negocio, y los noticieros tienen que ser un buen negocio), pero también de otras fuerzas que llevan el enfoque de algunos poderes que la mayoría de los colombianos desconocemos- Para los que creían que la Agenda Setting estaba mandada a recoger, pienso todo lo contrario, está más viva que nunca-.
Ahora el caso de los borrachos. Siempre ha habido borrachos al volante desde que existe un vehículo para manejar. Y siempre también por esta causa se han dado accidentes fatales. Pero desde que este tema se hizo protagonista en la agenda noticiosa, este problema habitual se propagó como una peste. Muertos y más muertos por locos irresponsables conduciendo. No nos hemos preguntado si estamos en un país en el que si nos marcan las pautas de lo que debemos hacer lo tomamos como un orden que debemos contrariar; lo digo porque los muertos y accidentes por este delito dan la impresión que hubiesen aumentado, o al menos así no los hacen creer los medios con sus coberturas. 

Para concluir, quedan abiertas otras preguntas donde parece que los medios marcan la pauta de qué investigar y hasta qué punto, como el reciente “Caso Piraquive” y el grupo político MIRA, pues desde que hicieron públicas las sorprendentes declaraciones de su líder contra los discapacitados, se han agilizado procesos legales e investigaciones contra ellos. Es decir, en supuestos tiempos de democracia y acceso a la información, los medios tradicionales y su agenda noticiosa siguen marcando la pauta. 

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