Ya de por sí el título de la novela nos da una idea de lo que podemos encontrar en su trama. Los nombres muchas veces no tienen sentido, son arbitrarios como muchas reglas de las lenguas en qué nos comunicamos, pero de allí a pensar en el desorden de un nombre para una persona que tiene relación con nosotros, requiere como tal un proceso interno de deducción y análisis.

Psicoanálisis del psicoanalista al paciente; psicoanálisis del paciente al psicoanalista, psicoanálisis de uno a otro personaje; triángulos amorosos consentidos, ¿O no consentidos?, dudas, misterios, supuestos en las vidas reales de los personajes, y también en las ficciones que ellos mismos crean son solo alguno de los elementos de una obra que se mueve en la ironía, en la desazón, pero sobre todo en la soledad de sus protagonistas.
Es así que quizá en esta metaficción, donde puede no haber diferencia entre escribir una novela e imaginarla por parte de un escritor indeciso como es Julio Orgaz, tanto él como nosotros encontremos el desorden no solo de un nombre sino de alguna parte importante de nuestras vidas.
Concreta y sin entrar en rodeos “El desorden de tu nombre” del año 1989, como toda buena literatura, es imperecedera; la podemos leer como una obra que justo hoy nos puede suceder.
Foto: Caratula del libro, editorial Alfaguara.
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