La 38 Mostra de Cinema (el mayor festival cinematográfico de la capital paulista) prometía desde su cartel promocional (qué tenía una imagen de la figura de Pedro Almodóvar) ser un gran evento en el circuito de festivales latinoamericanos de cine en esta última parte del año. São Paulo, sede de la Mostra, es un ciudad desbordante y que respira una agenda cultural nutrida cada día del año, y en octubre de 2014, desde los días 16 al 29 la Mostra se tomó gran parte de esa batuta cultural.
Intentando cada vez integrar más las regiones y dejando de lado la posible barrera del portugués y de Brasil como un país para sí, imbuido culturalmente(o esa posible idea en el imaginario) la 38 Mostra fue un evento amplio en variedad de invitados, de proyecciones, de retrospectivas, de talleres, y de posibilidades asociadas al cine, que de manera general quedan así expuestas.
1-Siguiendo siempre su espíritu libertario desde su origen (La Mostra nació en 1977 durante una dictadura militar en Brasil y se irguió como un elemento de protesta contra la censura, al punto de ser considerada como el único lugar del país donde se podía votar) el sistema de elección del público para escoger la mejor película mostró una gran concurrencia durante todo el evento. La Mostra también brindó más de 330 títulos repartidos en 29 escenarios de la ciudad.
2- El cine latinoamericano tuvo un espacio de honor. Se dio apertura al evento con la película Relatos Salvajes, del director argentino Damián Szifron (quien estuvo presente en la apertura junto a Érica Rivas, actriz del filme) y producida por los hermanos Almodóvar. Pero también hubo espacio para obras de otros países como Colombia, Venezuela, República Dominicana, entre otros del continente. La clausura fue con la película Dólares de Arena, de producción dominicana, argentina y mexicana y dirigida y escrita por Laura Amelia Guzmán e Israel Cárdenas. Estuvo en la presentación del filme Geraldine Chaplin, la reconocida actriz que hace parte del elenco de la cinta. Más allá de este espacio a las producciones latinoamericanas, esto no demeritó una programación completa y global que exhibió cintas de todos los puntos cardinales.
3- Se hizo un homenaje al director y productor rumano Marin Karmitz y se realizaron una serie de exhibiciones especiales de MK2, productora fundada por él, que tiene más de 100 títulos en su catálogo. Dentro de las exhibiciones en homenaje a su producción estuvieron grandes obras consagradas como “La trilogía de los colores” del director polaco Krzysztof Kieslowski, y otras de autores como Abbas Kiarostami, François Truffaut, Theo Angelopoulos, Alan Resnais y Ruy Guerra entre otros.
4-Se realizó una retrospectiva completa de Pedro Almodóvar, quien fuese imagen del cartel promocional del evento. Cintas relevantes en la filmografía del director manchego se proyectaron, entre ellas su opera prima “Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón”, “Mujeres al borde de un ataque de nervios”, “Carne trémula” y “La piel que habito” por citar algunas.
5- Se contó con la presencia de grandes invitados que ofrecieron charlas y “master class”, o presentaron sus producciones. Se pueden citar los guionistas Guillermo Arriaga (Babel, Amores Perros y 21 gramos), Fernando Castets (El hijo de la novia), Marcos Bernstein (Central de Brasil), Felipe Braga (Trash), también el director Walter Salles (Central de Brasil) quien presentó su documental “Un hombre del Fenyang” sobre el director chino Jia Zhangke, quien es considerado uno de los directores activos más valorados de la actualidad. También estuvo presente Laurent Cantet, el director francés ganador de La Palma de Oro en 2008 en Cannes por “La Clase” en francés “Entre les murs”. Estuvo en un conversatorio sobre su nueva obra “Regreso a Ítaca” que fue aclamada por el público.
Por último hubo espacios gratuitos para todos los públicos y gustos durante La Mostra. Al aire libre se dieron proyecciones en la planta baja del Museo de Arte de San Pablo (MASP), uno de los más completos del continente. También hubo una exposición de fotografías del director español nacionalizado mexicano Luis Buñuel en la Cinemateca de São Paulo.
De esta manera concluyo un evento notable dentro de los festivales de cine en Latinoamérica y queda abierta la expectativa para una nueva edición donde se debe seguir promocionado más su valor entre paulistanos y todo un público ávido por buen cine, no solo brasilero, sino también del mundo entero que puede ser atraído a este gran espacio de intercambio cultural a través del séptimo arte.
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