González Iñárritu, o un dictador divertido

    Foto: Manuel Noguera

Algunas impresiones sobre el director, que fue homenajeado en el FICCI 54

1-  Marzo 17 de 2014

Los dictadores siempre han sido asociados con seres intransigentes y déspotas; pero este dictador del cine es divertido y bromista, y te hace sentir cuando cruzas palabras con él como si fueras su amigo de toda la vida. Hecho que no le quita su compromiso y exigencia al momento de trabajar. 

Y es qué como un dictador divertido se consideró Alejandro González Iñárritu, el cineasta mexicano, aunque también se considera muy exigente y perfeccionista con su trabajo, “exijo lo que doy, me exijo a mí mucho y exijo a los demás más”, dijo durante su estancia en el quincuagésimo cuarto Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias, donde recibió un tributo por parte del evento e impartió un “Master class”, término que consideró aterrador para llamar la charla que brindó, pues considera que no es ningún maestro y que no se siente habilitado para dictar clases.

En el mundo del buen cine está presente el nombre de este director también conocido como “El Negro” y los premios y nominaciones que ha recibido son una confirmación de ello. Es suficiente decir que sus cuatro largometrajes, Amores perros (2000), 21 gramos (2003), Babel (2006) y Biutiful (2010), marcaron un punto de inflexión en el cine latinoamericano, pues han logrado más de 130 nominaciones, entre esas 11 a los Premios de la Academia; obteniendo el Bafta a mejor película de habla no inglesa por Amores perros, a mejor director en el Festival de Cannes y mejor película en los Globo de Oro por Babel, y once premios en México. Pero más allá de eso, Alejandro González no ha perdido su sencillez y es de esas personas que comparten sus experiencias con el público.

En una de esas respuestas sencillas pero a la vez contundentes le dio un consejo a los nuevos realizadores: No plantearse hacer una obra maestra. “Las grandes películas nadie las puede planear, eso sucede” y concluyó “Hay que tener piel dura ante el rechazo, el tiempo es el juez”.

También hizo énfasis en la responsabilidad que tiene el director al momento de realizar una película. "Todos los errores son míos, si un actor lo hace mal, si la fotografía falla es responsabilidad del director".

Sobre la  relación con los actores, el mexicano considera que hay dos tipos de actores: los intuitivos y los racionales. En el primer caso citó como ejemplo a Sean Penn con quien trabajó en 21 gramos, al que considera como un actor que se identifica mucho con el espacio y su fisicalidad para darle vida a su personaje con los elementos. En el segundo caso citó a Javier Bardem, quien precisa de mucha información, historia y datos (que no son evidentes en la película) sobre su personaje. Sobre Bardem reveló no escribir sus guiones pensando en un actor en especial pero hizo una excepción en su film “Beautiful”, pues el personaje de Uxbal lo había escrito inspirado y específicamente para este actor español.
Por último, comenta sobre su última película, que está en preproducción, una especie de tragedia que se convierte en comedia: "Estaba harto de los dramas, no quiero volver a decir: "pobre gente, volvió a llorar". Dice haber disfrutado mucho el proceso de filmación, el cual fue en la ciudad de Nueva York, en un set. La película es protagonizada por Michael Keaton y se planea su lanzamiento para el mes de agosto de este 2014. 

Después del FICCI: Birdman, El renacido, los Óscars...

2-  Agosto 28 de 2014

El 10 de julio se había anunciado que Birdman o la inesperada virtud de la ignorancia había sido seleccionada junto a The President de Mohsen Makhmalbaf, para inaugurar el 71° Festival Internacional de Cine de Venecia

 Pues bien ayer Birdman  fue la película que abrió la septuagésima primera edición del Festival de Cine de Venecia, donde recibió comentarios positivos y algunos críticos llegaron a decir que podía ser la mejor película de su filmografía. Con esta obra entra en el mundo de la comedía,  o mejor dicho, al de un género casi nuevo, la tragicomedia surrealista. Con esta película ha vuelto a tomar vuelo como un Birdman, Michael Keaton y junto a él, se valoran las actuaciones de Edward Norton, Naomi Watts y Emma Stone. 

Es así que a juzgar por los resultados, podemos deducir que la dictadura de Alejandro González Iñárritu si vale realmente la pena, pues hasta ahora siempre ha dado de bueno para hablar. Ya se le considera para los Premios Óscar, tanto a mejor película como a mejor director. Y  también, claro, a la mejor fotografía, que ha estado a cargo de EmManuel "el Chivo" Lubezki.  ¡Buen sendero y buen bosque para este gran director y su Birdman

3- Febrero 29 de 2016 

Es sabido, Alejandro González Iñárritu ha logrado su segundo Oscar consecutivo como mejor director por El renacido. El año pasado había conseguido su primero con el humor surrealista y la acción disparatada de Birdman. En esta ocasión lo ha logrado con una propuesta que ha ido más lejos, recreando con maestría la odisea del trampero Hugh Glass, herido gravemente tras ser atacado por una osa grizzly en 1823 y despreciado por su tropa de caza. 
Con este premio, González Iñárritu  hace historia, no solo como director latinoamericano en el mayor logro de la industria del cine mundial, sino historia en general, como uno de los más grandes en el arte de dirigir. 
El pasado 6 de febrero ya había hecho historia al ser el primer director en ganar dos años consecutivos el premio de mejor cineasta en la 68 entrega del Sindicato de Directores de América (DGA, por sus siglas en inglés). En ese momento, siempre fiel a sus raíces, dijo: "Este premio lo quiero compartir con todo un país México, con todos los latinos que viven en Estados Unidos y que contribuyen mucho a este país”. 
Con su segundo Óscar consecutivo "el Negro", como le apodan, se convierte en el tercer director que consigue este logro tras John Ford (Las uvas de la ira, 1940 y Qué verde era mi valle, 1941) y Joseph L. Mankiewicz (A Letter to Three Wives, 1949 y Eva al desnudo, 1950).

Por último, cabe anotar, la estela de éxito de Iñárritu cobija a quienes hacen parte de su equipo. Es así que Leonardo DiCaprio, a quien le había sido esquivo obtener el Óscar como mejor actor, lo ha conseguido al darle vida a Hugh Glass, "el renacido". Emmanuel Lubezki tampoco se ha quedado atrás y con esta película ha marcado un hito en los premios en la categoria de fotografía. Pues nada más y nada menos ha conseguido su tercera estatuilla dorada consecutiva tras Gravity y Birdman.

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