Foto: Juan Quintero Herrera
Misha Glenny, el periodista británico, especialista en seguridad cibernética y crimen organizado, tuvo una charla con los periodistas en la mañana de este jueves 29 durante la 14 FLIP (Festa literaria Internacional de Paraty), uno de los máximos eventos para el debate literario y periodístico en Brasil.
El autor que publicó en 2015 Nemesis: One Man and the Battle for Rio dio una preocupante confesión sobre un posible estado de violencia en la Cidade maravilhosa.
Quién más que el hombre que se adentró en la favela de Rocinha y entrevistó a quien consideró como su dueño: Antônio Francisco Bonfim Lopes, más conocido como Nem, para dar esta triste advertencia.
Glenny cree que por motivo de las Olimpiadas hay una cierta estabilidad que puede colapsar cuando el evento acabe. Para el británico, las favelas ahora bajo el relativo control de las UPPs (Unidades de Policía Pacificadora) instauradas como un proyecto de la Secretaria Estadual de Seguridad de Río de Janeiro desde 2008 con el propósito de desarticular pandillas y pacificar estas comunidades, están en un estado de caos aun mayor que bajo el dominio de los traficantes.
La actual crisis económica y política de Brasil se suma a esta situación, al punto que considera que la brutal violencia puede pasar de las ya congestionadas favelas a las calles de toda la ciudad. Los recortes de presupuesto en seguridad han permitido el afianzamiento del crimen y la violencia en estas comunidades que, paradójicamente y como revela Glenny, eran más seguras bajo el control de los traficantes.
Por último, señala dos tipos de traficantes en Río de Janeiro y en Brasil en general. Los primeros nacen en la favela en medio de la violencia y la pobreza. Desde allí van ascendiendo en la escala de poder criminal hasta hacerse líderes de zonas enteras de la ciudad. Estos manejan el control del tráfico interno de narcóticos. Los segundos exportan grandes cantidades de drogas a mercados internacionales. En su mayoría son de clase media o alta y tienen negocios legítimos operando, generalmente en las áreas de transporte y agricultura. Ellos utilizan su buen nombre en diferentes negocios que son fachadas del verdadero negocio de exportación de drogas. Glenny confirma que ya han descubierto cargamentos de cocaína en carne bovina brasileña que sería exportada a España. Por eso el especialista concluye que el gran negocio de la cocaína en Brasil no tiene tanto a ver con las favelas, como se nos ha hecho creer.
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