Felipe Franco Munhoz es un joven escritor brasileño, quien literalmente vive para escribir. Nació en São Paulo en 1990, y a la fecha su carrera ha tenido varios sucesos que en el mundo literario suelen estar destinados a escritores con más edad. O al menos eso se suele decir en ese ámbito.
Tal vez el motivo de sus logros a corta edad tocaría buscarlo en su relación particular con la vida. Felipe, de una u otra forma, ha tenido que librarle diferentes batallas a ésta en plano de la salud. Cuando niño tuvo que dejar la capital paulista, dado que el aire contaminado de la metrópoli le afectaba su respiración, y mudarse a una localidad casi inhabitada en el interior del estado: A Riviera de São Lourenço. “Allí vivían solo diecisiete familias”, revela el autor. Y fue allí donde el mismo confiesa que se dio ese gatillo de arranque con la literatura. “Leía mucho, pues mi escuela quedaba bastante distante de donde vivía y cuando regresaba no tenía otros chicos para jugar, y encontré en los libros un refugio”.
Fue así que al comenzar como todo niño con historietas y libros ilustrados se empezó a interesar por otros géneros, llegando al policial y a autores diversos. Uno de sus grandes referentes es Philip Roth, el consagrado escritor estadounidense, de quien por cierto toma la estructura de solo diálogos de su novela Deception para hacer lo mismo en Mentiras (su primera novela) y no solo fue en la estructura que Felipe hizo un guiño al americano, dado que un personaje de la novela es un escritor consolidado, que bien podría ser Roth. Pero allí no acaba todo, tuvo la oportunidad en 2013 de asistir al cumpleaños 80 del escritor del Mal de Portnoy, en Newark, USA. Allí además de conocer a unas de sus influencias literarias, también leyó trechos de esta obra al auditorio.
Pero no todo ha sido risas y alegrías en su vida. Haber estado cerca de la muerte ha sido una gran razón para Felipe dar lo mejor de sí. Tres derrames ha sufrido a lo largo de su vida: uno a los doce años, otro a los dieciocho y otro a los diecinueve. Y es que el escritor sufre de Foramen oval permeable (FOP), y aunque con los debidos controles no representa una amenaza latente de muerte, el haberse enfrentado a ella le hizo dedicarse de lleno al mundo de las letras. Fue así que en 2010 ganó la beca de creación literaria, Funarte, por valor de 30 mil reales para dedicarse a escribir Mentiras. Con tan solo 20 años fue el ganador de una convocatoria donde se presentan reconocidos escritores de la literatura brasileña.
Él tiene claro que su vida gira en torno a la literatura y al proceso creativo, por eso dedica una parte considerable de su tiempo a escribir. Una rutina estricta es la base de su producción. Sus lecturas no son parte menos importante, y es tanto su gusto por captar la esencia de los autores, que se ha propuesto leer en diferentes idiomas. También le gusta la música (cantaba en Curitiba, ciudad donde vivió y estudió Publicidad, canciones de Leonard Cohen) y las otras artes, de donde se nutre para construir su obra.
Para finalizar, Felipe se ve en un largo romance con la literatura y sus formas. No le gustan los lugares comunes y experimenta con diferentes géneros para poder expresar sus motivaciones. Ya lo ha hecho con el cuento y la novela, y dice sentirse motivado por la estructura del teatro. Habrá que ver su próxima obra.
Mentiras es su novela opera prima que desde el primer trimestre de 2016 ha dado de qué hablar. Está ha sido refrendada por autores relevantes de la literatura brasileña como Marcelino Freire, Humberto Werneck y Paulo Henriques Britto.
Fototomada del sitio web: Estudos lusófonos
http://etudeslusophonesparis4.blogspot.com.br
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